Aplicar la tecnología para modernizar el sector de salud
La búsqueda de eficiencia, precisión y mejora de los procesos está acelerando la adopción de soluciones innovadoras en el sector de salud.
La búsqueda de eficiencia, precisión y mejora de los procesos está acelerando la adopción de soluciones innovadoras en el sector de salud.
La rápida evolución tecnológica ha transformado radicalmente muchos sectores, y el de salud no es una excepción. Al contrario: está en el punto de mira. A medida que nos adentramos en la transformación digital, la salud sigue el ritmo de este progreso.
Según los resultados de la encuesta “La salud que quieren los brasileños” , realizada por el Instituto PoderData y encargada por la Agencia Nacional de Hospitales Privados (ANAHP), el 28% de los entrevistados cree que la prioridad en el sector de salud es invertir en innovación y tecnología.
Sabemos que parte de la digitalización del mercado de la salud es una necesidad impulsada por la pandemia del Covid-19. Por ejemplo, el uso de la telemedicina se ha consolidado como una herramienta importante para garantizar el acceso a la salud. Al mismo tiempo, la aplicación de las nuevas tecnologías ha puesto de manifiesto otras necesidades y retos del sector: la eficiencia y seguridad de los datos de los pacientes, la atención “humanizada” pero digitalizada, el uso de la inteligencia artificial para apoyar la toma de decisiones médicas, la tecnología para prevenir y curar enfermedades, entre otros.
El tamaño del mercado de la IA en medicina, estimado en 9.220 millones de dólares en 2023, se prevé que alcance los 29.240 millones de dólares en 2028. Este crecimiento está impulsado por la eficiencia en la gestión de datos, la optimización de costes y las crecientes inversiones regionales en salud. En Brasil, según el Mapa de Atención Médica Suplementaria los planes de salud informaron que en 2022, las hospitalizaciones totalizaron 8,8 millones de ocurrencias en el año, lo que representa un aumento del 13,5% en comparación con 2021. Por ello, la búsqueda de eficiencia, precisión y mejora de los procesos ha llevado a los profesionales de salud a adoptar soluciones innovadoras en el ámbito de las autorizaciones quirúrgicas. Desde sistemas como la historia clínica electrónica con análisis de datos hasta la inteligencia artificial (IA) que lee la orden médica, es posible encontrar este aumento en la eficiencia de los procesos. Uno de los movimientos que utilizan la IA en Brasil, iniciado en enero de 2024, es en el sistema del INSS (Instituto Nacional de Seguridad Social), que ha empezado a detectar fraudes en los certificados médicos relativos a la prestación por enfermedad, actualmente llamada prestación por incapacidad temporal. Se trata del robot que escanea los certificados médicos enviados por Internet, ya que -en 2023- casi la mitad de los documentos emitidos no fueron aceptados por el INSS.
En un escenario de Open Health, en el que la Ley General de Protección de Datos (LGPD) choca con la regulación de la telemedicina, la gestión de los datos clínicos emerge como una cuestión extremadamente sensible, tanto en el ámbito legislativo como en el contexto de la ciberseguridad. Garantizar la transferencia y el acceso seguro a la información es crucial no sólo desde el punto de vista del usuario, sino también para los gestores de salud, que dependen de datos epidemiológicos actualizados.
Otro factor significativo en este contexto es la “Internet de los objetos”, que permite la recogida continua de datos de salud. Con un conocimiento cada vez mayor de la dinámica de la salud de la población, se allana el camino para una gestión sanitaria basada en big data. Esta realidad ya se está haciendo realidad en la salud complementaria, representa una promesa para la salud pública y se perfila como un reto para el sector de salud.
Esta técnica pretende mezclar organismos vivos con tecnología para crear avances científicos y nuevas formas de estar en el mundo. La palabra biohacker hace referencia a las personas que buscan hackear la biología humana mediante el uso de la tecnología. En otras palabras, personas que recrean interacciones entre seres vivos y tecnología. Cuando la tecnología se aplica directamente al cuerpo humano, se espera aumentar las capacidades naturales o recuperar alguna función motora. Ya se habla, por ejemplo, de la posibilidad de aumentar la capacidad auditiva de un ser humano o incluso de soluciones biotecnológicas a problemas de salud y causados por accidentes. La manipulación de genes, los implantes de probióticos y las prótesis, así como otros dispositivos de este tipo en el cuerpo humano, serían algunas de las posibles formas de crear estas soluciones.
Según la encuesta CEO Survey PWC, el 76% de los CEOs del sector de salud en Brasil tienen intención de invertir en IA en los próximos 12 meses. Para 2027, se espera que el 70% aplique la tecnología para mejorar la calidad de la atención al paciente. Ante la necesidad de invertir recursos, tiempo y, en ocasiones, ajustes en la cultura de la organización, la tecnología es intrínseca al modelo de negocio de salud y está presente en todo el ciclo de atención al paciente, desde los procesos internos (entre los empleados) hasta los procesos de cara al cliente.
También es importante que el sector tenga en cuenta la eficiencia financiera en procesos como la reducción de costes de procesamiento y errores en el pago de servicios, impuestos y otras cuentas por pagar. Este fue un caso en el que la act digital supuso la eliminación de más de 400 horas de procesamiento manual de la información.
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