La tecnología contribuye al avance de ciudades más inteligentes
Para que las ciudades se vuelvan inteligentes, deben estar conectadas.
El desarrollo de modelos escalables de ciudades inteligentes (smart cities) ha vuelto al centro de las discusiones en todo el mundo, principalmente por su participación en la economía global y la sostenibilidad. Según el IMD Smart City Index y Cities in Motion Index, para ser considerada una ciudad inteligente, se requieren altos niveles de conectividad aplicados a temas, como la gobernanza y la funcionalidad.
Monitoreo de calles y avenidas, alertas por condiciones climáticas, ahorro de energía, alternativas para vehículos que fluyen en las horas pico: una ciudad inteligente se define por su capacidad de combinar la digitalización con el cumplimiento de servicios diarios. Estas ciudades se basan en tecnología de vanguardia impulsada por datos, internet de las cosas (IoT), inteligencia artificial y machine learning (AI/ML), procesadas con la ayuda del 5G y la computación en la nube. Uno de los índices que mide el grado de inteligencia de las ciudades es el IMD Smart City. Fue creado para identificar las ciudades más inteligentes y tecnológicas del mundo con el objetivo de reunir lugares que puedan equilibrar la digitalización y la funcionalidad, mejorando la vida de las personas. En el último estudio, en 2023, Zúrich (Suiza) estaba a la cabeza, seguida de Oslo (Noruega) y Canberra (Australia).
Especialmente en América Latina, donde alrededor del 80% de la población vive en centros urbanos, según datos de la CEPAL, las Smart cities parecen ser un camino obligatorio. No es de extrañar que varios países de la región han invertido en el desarrollo de estos proyectos, con buenos ejemplos de ciudades inteligentes, tales como Santiago (Chile), Bogotá (Colombia), Curitiba (Brasil) y Ciudad de México (México). El desafío ahora es encontrar formas de acelerar y escalar este modelo.
Un informe reciente de Research and Markets, citado por Nasdaq, indica que, a nivel mundial, el mercado de las ciudades inteligentes crecerá más de un 20% hasta alcanzar los US$ 2,51 billones de dólares en 2025. Se espera que este crecimiento sea impulsado por una mayor urbanización en todo el mundo y un mayor gasto en tecnología en programas de ciudades inteligentes, así como por el desarrollo de más infraestructura.
La población mundial alcanzó los 8 mil millones de personas el año pasado, con el 56% viviendo en áreas urbanas, según las Naciones Unidas (ONU). Por este y otros motivos, ya existe la urgencia de trasladar proyectos sostenibles a las ciudades, con el fin de hacerlas “más inteligentes” próximamente. Pensando en este escenario: ¿cómo pueden evolucionar las ciudades? Se comenta sobre la solución de Open Source (código abierto), la implementación de patrones abiertos y una estrategia de datos abiertos que ofrezcan a las ciudades la flexibilidad que necesitan para construir infraestructuras tecnológicas listas para el futuro. El tema propone muchas discusiones: si por un lado tiene bajo coste inicial y alta personalización, por otro, está más expuesta a ciberataques, tiene baja estabilidad y alto coste de mantenimiento (ya que no tiene un soporte acoplado al servicio). Además, las ciudades tendrán que invertir en otras tecnologías, como 5G y Cloud, buscando movilidad, seguridad, calidad de vida, economía, sostenibilidad y gobernanza, de forma saludable.
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