¿Qué viene después del Open Banking?

Compartir datos e información de clientes en el mercado financiero. Con las innovaciones tecnológicas, ¿qué viene después del Open banking?

Por Samuel Moleiro, CEO Brasil de act digital

Los últimos años han sido extremadamente fértiles en términos de tecnología para el sector financiero en Brasil. La introducción de PIX y las transformaciones generadas por la pandemia sirvieron para incrementar el número de empresas en el mercado y desarrollar una gran cantidad de aplicaciones 100% virtuales, como carteras y cuentas digitales. Todo esto cambió el panorama del consumidor, especialmente los llamados "no bancarizados". Pero, quizás, la transformación más difícil de explicar es la que tiene mayor capacidad para cambiar las estructuras tecnológicas más tradicionales de las entidades bancarias.

En 2018, el Banco Central de Brasil (BACEN) inició las primeras discusiones sobre el Open Banking. El objetivo era regular y estandarizar el proceso de transferencia y compartición de datos de clientes (tanto empresas como personas físicas) entre entidades financieras. Reino Unido acababa de realizar este proceso, en sentido contrario a los EE. UU., país en el que ya se estaba produciendo este intercambio de datos; sin embargo, cada entidad decidía tanto los formatos de datos como cuál de ellos se dividiría.

Luego de escuchar propuestas de asociaciones e instituciones del sector, el Banco Central definió las principales reglas para el proceso de implementación en 2020. Todavía en proceso, ya ha avanzado en compartir datos públicos, información de clientes (como datos transaccionales y de registro), y en el diseño de ofertas de crédito e inicio de pagos. La cuarta y última fase, ya en marcha, incluye datos de otros servicios, como seguros, planes de pensiones e inversiones.

El mayor alcance eventualmente resultó en un cambio de nombre a Open Finance. Las fases iniciales se conocieron como Open Banking, y más tarde se agregaron Open Insurance y Open Investment. Además de nuevos segmentos de mercado, este proceso también resulta en la participación de empresas y organismos adicionales, como la SUSEP (Superintendencia de Seguros Privados). De esta forma, hay una nueva cantidad de equipos que se van a enfrentar al reto de digitalizar su negocio por primera vez para poder aprovechar la avalancha de datos disponibles a través del sistema Open. Además, habrá una nueva dimensión en este desafío para quienes han estado involucrados desde el principio, en el caso de las entidades bancarias.

Debido a que no es tan popular y adoptado directamente por el público final, que debe liberar sus datos para algún otro propósito, es decir, un uso indirecto de la información, a diferencia del PIX en el que hay una transacción con efecto inmediato, Open Banking sigue siendo un gran signo de interrogación. Después de todo, ¿en qué puede resultar? Lo cierto es que hoy existe un mayor atractivo por las ganancias en eficiencia y automatización generadas a partir de la estandarización de las plataformas de datos realizada por el Banco Central. La agilidad en el proceso de oferta de crédito a nuevos clientes utilizando datos compartidos en el mercado puede ser un elemento de atracción para los clientes, por ejemplo.

Pero lo cierto es que su impacto puede ir más allá del ámbito de los datos compartidos a través del BACEN. Aquellos que utilicen Open Finance como un impulso para optimizar sus operaciones de información aumentarán su competitividad en un panorama competitivo cada vez más diverso.

Sin embargo, algunas empresas, incluso aquellas con amplia experiencia en el mercado, no piensan así, ya que significa tener que cambiar el “equipo que está ganando”. Y la elección de mantener estas aplicaciones heredadas, que pueden no conversar con tecnologías más nuevas, o que son innecesariamente complejas, tiene el potencial de generar altos costos de mantenimiento en el mediano a largo plazo, ya que ya no se actualizan.

Una situación más común en estas empresas es la adopción de data lakes para solucionar casos más problemáticos. De esta manera, uno garantiza el acceso a sus datos independientemente de dónde y cómo se almacenen. Sin embargo, los sistemas heredados comenzarán a ofrecer costos operativos más altos con el tiempo, mientras que los nuevos participantes ya tendrán a su disposición una gran cantidad de datos compartidos, organizados y administrados, precisamente lo que se opone a la antigua ventaja de mantener estructuras con una historia más larga. Por tanto, podemos concluir que el uso de atajos tiende a no ser sostenible a largo plazo.

También analizamos que la ventana de oportunidad para renovar y optimizar el parque tecnológico llega en un momento clave. Esto se debe a que, en un mercado dinámico y competitivo, saber cómo utilizar las mejores innovaciones, como Open Finance, API, back office y multinube, es esencial para crear mejores experiencias de servicio. Cuanto mejores sean, más consumidores se podrán conquistar.

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Samuel Moleiro

CEO Brasil en act digital

22.11.2023
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